La pandemia de COVID-19 ha creado el mayor cambio en los sistemas educativos en la historia, afecta a casi 1.6 mil millones de estudiantes en todo el planeta. Los cierres de escuelas y otros espacios de aprendizaje han afectado a más del 90% de la población estudiantil mundial y hasta el 99 por ciento en países de ingresos bajos y medianos bajos.

La crisis está agravando las diferencias educativas preexistentes al reducir las oportunidades para muchos de los niños, jóvenes y adultos: los que viven en zonas pobres o rurales, niñas y personas con discapacidad, podemos proyectar que el panorama adverso en educación amenaza con extenderse más allá de esta generación y sobre todo en apoyo a los niños y el acceso y retención de las mujeres jóvenes a la educación. Unos 23,8 millones de niños y jóvenes (de pre primaria a bachillerato) pueden caer fuera o no tener acceso a la escuela el próximo año debido al impacto económico de la pandemia.
Del mismo modo, la interrupción de la educación ha tenido, y seguirá teniendo efectos sustanciales más allá de la educación. Los cierres de los planteles educativos afectan la capacidad de muchos padres para trabajar y en algunos lugares aumenta el riesgo de violencia contra mujeres y niñas.
Por otro lado, esta crisis ha estimulado la innovación dentro del sector educativo. Existen enfoques innovadores en apoyo de la continuidad de la enseñanza y la formación: desde la
radio y televisión a plataformas educativas a distancia que abren la posibilidad de estar conectado entre los estudiantes con profesores de otros lugares del mundo lo que propicia en liberar un conocimiento de manera universal y de forma económica, sin embargo el gran reto es que el acelerado cambio en las form
as de impartir una educación de calidad no pueden separarse del imperativo de sin dejar a nadie atrás.

Recomendaciones
Evitar que la crisis de aprendizaje se convierta en una catástrofe generacional requiere una acción urgente de todos.
La educación no es únicamente un derecho fundamental del ser humano, es un derecho con impacto directo sobre la realización de todos los demás derechos humanos. Es un bien común global y un impulsor de la justicia, la igualdad y las sociedades pacíficas inclusivas. Cuando la educación colapsa; la paz, prosperidad y las sociedades productivas no pueden sostenerse.
Para mitigar los efectos potencialmente devastadores consecuencias de la pandemia de COVID-19, es importante observar los siguientes puntos:
· SUPRIMIR LA TRANSMISIÓN DEL VIRUS Y PLANIFICAR A FONDO LA REAPERTURA DE LAS ESCUELAS
El paso más significativo para acelerar la reapertura de escuelas es suprimir la transmisión del virus para controlar los brotes locales y nacionales.
Es importante guiarse por los siguientes parámetros: garantizar la seguridad de todos, generar un plan para la reapertura inclusiva, escuchar las voces de todos los interesados y coordinar a los actores clave incluida la autoridad sanitaria.
· PROTEGER EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN Y COORDENADA PARA EL IMPACTO
La pandemia ha empujado al mundo a la más profunda recesión global que tenemos en memoria viva y tendrá efectos duraderos en las economías y finanzas públicas. Las Autoridades nacionales requieren proteger el financiamiento de la educación preservando el porcentaje del gasto en educación como máxima prioridad y abordar las ineficiencias en gasto en educación.
· CONSTRUIR SISTEMAS EDUCATIVOS RESILIENTES
El fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas educativos permitirá a todos los involucrados responder a los desafíos inmediatos de reabrir las escuelas de manera segura y los coloca en posición para enfrentar mejor las crisis futuras. En este sentido podremos centrarnos en la equidad y la inclusión; reforzar las capacidades de gestión de riesgos en todos los niveles del sistema, asegurar un liderazgo y una coordinación sólidos y mejorar los mecanismos de consulta y comunicación.
· RE IMAGINAR LA EDUCACIÓN Y ACELERAR EL CAMBIO EN LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE.
Nuestro enfoque debe incluir abordar las pérdidas de aprendizaje y prevenir la deserción, en particular de los grupos marginados, oferta habilidades para programas de empleabilidad, apoyar la profesión docente y la preparación de los profesores, ampliar la definición del derecho a la educación para incluir la conectividad, eliminar las barreras a la conectividad, fortalecer los datos y el seguimiento del aprendizaje, fortalecer la articulación y la flexibilidad en todos los niveles y tipos de educación y formación.

Finalmente los enormes esfuerzos realizados en poco tiempo para responder a los choques de los sistemas educativos nos recuerdan que el cambio es posible. Debemos aprovechar la oportunidad para encontrar nuevas formas de abordar la crisis del aprendizaje y generar un conjunto de soluciones que antes se consideraban difíciles o imposibles de implementar.
M. en C. Rubén Del Pozo Mendoza
Información con base en las siguientes fuentes:
UNESCO Institute for Statistics (UIS), “Out-of-School Children and Youth”, available at http://uis.unesco.org/en/topic/out-school-children-and-youth.
http://uis.unesco.org/en/topic/literacy.
Education during Covid and beyond
“The impact of Covid-19 on the cost of achieving SDG 4”, GEM Report Policy Paper 42.
United Nations Development Programme (UNDP). COVID-19 and human development: Assessing the crisis, envisioning the recovery. 2020
Human Development Perspectives, 2020, New York: UNDP